*The image used for this article is not mine. It is the work of Julian Zapata. The rest of his work can be found at https://pixabay.com/users/julianza-51829/.
*This essay was originally written for one of my Spanish courses.
Abstracto
El enfoque del ensayo es para describir las maneras en que los afroargentinos eran eliminados de la cultura popular y los esfuerzos a nivel estatal de reintegrar este grupo al ojo público. Lo logró por compilar investigación en sujetos como el borrado de afrodescendientes e indígenas, la política eugenésica, exclusión social y el “multiculturalismo argentino” de hoy. Con esta información creó una narrativa de cómo el grupo desapareció de la historia argentina y la mente popular. A través del período de modernización, esta meta fue enmarcada como la “civilización contra barbarie” en cuyo el “negro” fue sinónimo con retraso. El resultante “blanqueamiento” eliminó el grupo del público. Siguiente, personas con piel oscura, como los afrodescendientes, fueron calificados como extranjeros o inmigrantes porque Argentina se ha convertido en un país uniracial. Pero después de 2000 el estado ha tratado ser “multicultural.” En este espacio pocos grupos afrodescendientes son capaces de reclamar visibilidad pero enfrentan una población ignorante y papeles predeterminados.
Introducción
El enfoque de este ensayo es para describir las maneras en que los afroargentinos eran eliminados de la cultura popular y los esfuerzos a nivel estatal de reintegrar este grupo al ojo público. A través de los años 1800s y 1900s el discurso sobre eugenesia o la “civilización contra barbarie” motivó la política de “blanqueamiento” cuyo eliminó el grupo del público. Siguiente, personas con piel oscura como los afrodescendientes fueron calificados como extranjeros o inmigrantes porque Argentina ha convertido un país uniracial y “blanco” en la mente popular. Pero después de 2000 el estado ha tratado ser “multicultural.” En este espacio pocos grupos afrodescendientes son capaces de reclamar visibilidad pero enfrentan los mismos desafíos sociales sino bajo la bandera de inclusión.
La Política de Blanqueamiento
La región de Río de la Plata recibió más de 8,800 esclavos durante toda la época de colonización (Slave voyages). Así en 1830 la región era compuesta de 25 por ciento esclavodescendientes, pero después de simplemente 40 años el gobierno afirmaba esta figura como 2% de la población (Frigerio 4). En los años 1800, el fervor de la eugenesia había empuñado Argentina. Según este pensamiento una nación solamente pudiera llegar “civilizada” con una población más blanco y “razas inferiores” como lo africano o lo indigena relegaría la nación a “barbarie” (Ko). Este conflicto entre civilización y barbarie lanzó un frenesí de política para blanquear el país. La expansión en educación pública y una centralización en poder gubernamental coincidieron con esfuerzos de “blanquear” la nación y “la conquista del desierto” contra grupos indígenas (Barbero). Al mismo tiempo, la nación alentó inmigración de Europa para atraer a las de razas superiores, incluyendo judíos, alemánes e italianos, y después de varias campañas genocidas el gobierno distribuyó la tierra apropiada a familias blancas.
En 1887 el estado dejó incluir categorías raciales en el census para fortalecer la norma uniracial (Ko). La narrativa histórica cambió de negar la existencia de grupos nativos y el práctico de esclavitud. En la nación no eran esclavos, por tanto era imposible que los afrodescendientes existirían. Para otros un rumor propagío que todos los afroargentinos se murieron entre la guerra de 1870 contra Paraguay y un brote de fiebre amarilla. Otros afrodescendientes eran considerados “bien trigueños”, cuyo implió piel oscura pero de raza blanca (Frigerio 4). Los académicos piensan que muchos afroargentinos categorizaron como así en el censo infame de 1887. En efecto alguien pudiera ser blanco y argentino pero afrodescendiente y argentino o indigena y argentina fue tabú.
Blanqueamiento en el Mundo Popular
En la gran literatura del período, por ejemplo Amalia por José Mármol (1855) o El matadero por Esteban Echeverría (1871), personajes nergros fueron presentados como villanos (Ko). En Facundo: Civilización y barbarie (1845) por Domingo Faustino Sarmiento la lucha para modernidad es atada con una lucha entre los blancos y negros. Piel blanco no solamente representó superioridad, pero todo puro y santo, sino piel oscura denotó lo malo. Pero en los años 1970s y 1980s aun los villanos afrodescendientes desaparecieron de media argentina y hasta recientemente no existían nada en la media argentina. La influencia de candombe, un baile afroargentino, sobre tango (el baile nacional) desvaneció narrativamente.
Extranjerización
Experta en estudios de sociología, género, raza y identidad, Prisca Gayles, usa el término “extranjerización” para describir cómo promovió la idea que Argentina era nación blanca por insistir que una persona negra no era de Argentina (Gayles). Si los afrodescendientes recibieron cualquier atención en la media, los afroargentinos no recibieron nada. Para discutir religiones tradicionales de los afrodescendientes, los portavoces fueron blancos o afrobrasileños y para discutir la cultura afroargentino, curiosamente los portavoces fueron afrouruguayos cuyo inmigraron a Argentina (Frigerio 8). En este período la única forma de candombe reconocida en el país fue la de los afrouruguayos.
Los afroargentinos también tuvieron que asistir en su desaparición por renunciar a sus estatus de afrodescendiente o enfrentar exclusión. Discriminación contra los “mas negros” era comun pero algunos lo evitaron por disminuir sus raíces. Por ejemplo, muchas veces mujeres de Córdoba escondieron que sus abuelos fueron esclavos y se casaron con hombres blancos para que sus familias encontraban libertad o escalaban la escalera social (Barbero).
Un ejemplo de fuerza de la associacion entre negro y el extranjero es el Asunto Macaquitos, en tal caso un periódico argentino se buló el equipo nacional de Brasil (de futbol) de ser monos, una imagen racista asociada con los afrodescendientes (Richey). Uno de los autores se llamó Brasil un país de “salvajes”, una nación moribunda donde las enfermedades abrumaron a una población fea y pobre. El único aspecto positivo del país fue la ciudad de São Paulo, según el autor, debido a su gran población y cultura italiana. La ironía fue que el equipo de Brasil no tuvo ningún jugador negro. Todos los insultos fueron basados en iconografía popular donde enlazó gente negra con cualquier maldición. Esta imagen de Argentina en contraste al pais de “macaquitos” renforzó el negro con vergüenza nacional e insinuó que Argentina era nación en oposición de este; una nación blanca sin ningun negro.
De hecho alguien ve la expulsión de la influencia afro de la palabra “negro.” Familiarmente la palabra se aplica a cualquier persona con piel oscura, no solo de origen afro. Pienso que como así la raza africana indicó retraso, en contraste a piel blanco cualquier piel oscura queda la asociación y, en efecto, no importa si la persona ni es afrodescendiente ni indígena. Solo importa que su piel no era blanco. Naturalmente este término es un insulto, pero uno con uso cotidiano. Académica Prisca Gayles, comparte una historia donde un conductor de autobús y motociclista se llaman el otro “negro” para denotar una falta de intelegencia. Ambos son hombres blancos pero a causa del otra casi hacer un accidente, él es negro (Gayles). Otra definición de la palabra es una persona de las favelas o una persona pobre. Parece que según la jerarquía racial-social, inmigrantes con piel menos blanco habitan estas áreas. Inmigrantes Bolivianos o Peruanos son acosados para su piel “mas negrito” en un caso donde el estigma contra su piel es mezclado con xenofobia (Barbero). El termino familiar de personas con este piel negro y “caracteristicas idígenas” es boliguayo; una mezcla despectivo de boliviano y peruano y además asocia piel mas oscura con extranjeros.
Multiculturalismo y Desafíos
Hay poca investigación académica en cómo vivieron los Afroargentinos durante este tiempo; algunos académicos dicen que ellos suprimieron su identidad afro para evitar discriminación y otros dicen que ellos celebraron sus raíces en escenas específicas como el club Shimmy en Buenos Aires (Frigerio 7). Aunque el club cerró cerca de los años 2000s, ofreció un lugar en cual los afroargentinos celebraron su cultura a través del candombe y otros bailes afroamericanos. No es claro que paso hasta 2010 pero en este año el censo incluyó categorías para afrodescendientes e indígenas por primera vez desde 1887. Iniciados en 2005 el gobierno ha apoyado mucha legislación para reconocer y proteger a los afroargentinos. Creó un video, “Soy afroargentio/an,” para que promueva el reconocimiento del grupo como tan argentino a pesar de creencia popular. Literatura popular como Indias blancas por Florencia Bonelli (2005), María Domecq por Juan Forn (2007) y Fiebre negra por Miguel Rosenzvit (2008) recrean la historia del país con la inclusión de personas afrodescendientes, indígenas y asiáticas en contra a la idea de una nación blanca (Ko). Ciertos ONGs afrodescendientes son capaces de recibir un foro público (con apoyo del gobierno) para compartir sus quejas sobre maltrato racial y hay un movimiento de “cultura afro” en cuyo gente celebra aspectos de cultura de la diáspora como tango, capoeira y comida senegalés.
Sin embargo estos cambios no pasan sin crítica. Algunos acusan los esfuerzos del gobierno de crear una “performatividad racial” donde afrodescendientes son reconocidos como versiones estereotípicas de su piel, nariz, cultura y labios (Ko). Estos definen el grupo otra vez en contra a los blancos y también crean límites en quien es categorizado en el grupo. Este no permite una conversación matizada en cómo la identidad afroargentina mezcló con cultura gaucho, indígena o europea especialmente bajo la presión de exterminación. También otros reclaman que la fascinación con la cultura afro es una “afrofilia” en que los jóvenes argentinos blancos tienen obsesión sobre la cultura en manera sin respeto a los habitantes de la cultura (Gayles). El ejemplo más popular es los jóvenes llevando rastas, trenzas o ropa tradicional africana sin saber su significado o historia. Esta fetichización y reconocimiento limitado no permite mucho cambio en el tratamiento de los grupos. En círculos feministas la frase “¡BASTA de trata de blancas!” es usado en lugar de “trata de personas” porque trata de blancas refiere supuestamente al trato de todas mujeres (Muñoz-Muñoz & Gayles). Otro ejemplo, mientras protestando el tratamiento de personas con piel “negro” en el pais, un entrevistado haitiano fue llamado un “inmigrante ingrato” en television. En comentarios bajo el video comentaristas niegan que racismo existe en Argentina y que los inmigrantes deben dejar el país si no les gustan, mientras ignoran que hay afroargentinos que dicen lo mismo.
Conclusion
En conjunto la identidad afroargentina ha luchado mucho en Argentina. Desde el período de modernización el “negro” siempre es castigado como una asociación con la barbarie, falta de progreso y subdesarrollo. A través de un “blanqueamiento” del país y una “extranjerización” de los afrodescendientes en Argentina la sociedad experimentó un borrado planeado de afrodescendientes. A pesar de esfuerzos de asimilar a la cultura blanco o de celebrar su cultura afro, el afrodescendiente recibió reconocimiento finalmente hace veinte años, aparte del multiculturalismo nuevo. De hecho, partes de este proceso son muy problemáticos como la “performatividad racial” o “afrofilia” y el grupo aún se enfrentan mucho en la lucha para reconocimiento completo y tratamiento igual.
Fuentes
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